lunes, 9 de noviembre de 2015

ARROJADOS POR CARLOS VICENTE SANCHEZ

http://www.latarde.com/opinion/columnistas/carlos-vicente-sanchez/160677-arrojados

Una vez terminadas las elecciones en Dosquebradas pregunté qué iba a pasar con la cultura en este municipio, entonces algunos políticos y concejales me decían, casi como señalando un responsable mesiánico que: “Habrá que preguntarle al nuevo concejal electo Robert Sánchez”.

Es increíble que a esta altura de los tiempos y después de tantos fiascos en este campo, no se entienda que La Cultura es una responsabilidad del ESTADO, no del político de turno. Los problemas de inoperancia en Dosquebradas en torno a la cultura y otros asuntos más, obedecen a esa manía de descargarle a un concejal o político las oficinas, secretarías y burocracia. Los resultados terminan siendo desastrosos:

Durante ocho años la dirección operativa de cultura de Dosquebradas recibe una nimia suma cercana a 700 millones de pesos anuales para proyectos culturales. Aunque hay que reconocer que es poco dinero, si se hace la sumatoria durante este tiempo estamos hablando de quizás 5.600 millones de pesos. Pero, en 8 años no se logró nada con ese capital semilla; no existen ni escuelas de formación, ni oferta cultural, ni Plan Municipal de Cultura, ni Plan municipal de lectura, ni infraestructura cultura, ni procesos permanentes de gestión. ¿Qué pasó entonces con esos recursos? La oferta cultural en las comunas es inexistente, los niños y niñas deben ir a Pereira para poder acceder a cursos, talleres, grupos de teatro que ofrece el instituto de Cultura y Fomento al Turismo de Pereira. Es decir que Dosquebradas le arroja a Pereira no solo sus niños talentosos, también los grupos culturales y artistas de Dosquebradas que, por obvias razones, deben buscar opciones laborales bajo su amparo. Los niveles de contratación para atender temas de cultura son mínimos y beneficia a muy pocos grupos, y con todo esto, no se tiene un informe claro acerca de los resultados de la gestión y contratación de los últimos ocho años.

Mientras tanto, lo que sí existe en Dosquebradas es una amplia oferta de pandillas, microtráfico, indigencia y delincuencia común, en zonas como el Martillo, San Diego, San Judas, etc… que nos están poniendo en el mapa de zonas rojas del país y eso es grave. Focos de grupos como la Cordillera se han venido asentando en el municipio, y la violencia contra jóvenes ha cobrado más de 29 muertes solo en en primer semestre de este año. Quizás los procesos culturales pudieran mitigar un poco este fenómeno violento, pero estas 2 últimas administraciones jamás dimensionaron la pérdida de toda una generación cultural que pudiese darle un viraje a esa realidad.

El problema se debe a que a nuestros gobernantes no les interesa asumir la cultura como un eje transformador y de desarrollo, y a quienes les han encargado política y operativamente los hilos culturales del municipio, nunca estuvieron a la altura para dicho reto. El concejal electo Robert Sánchez quien estuvo a cargo de cultura durante los anteriores 4 años, y el concejal saliente Carlos Hugo Toro encargado durante estos últimos 4 años nos han llevado al desierto. Y deseo, con toda sinceridad, que el nuevo alcalde Fernando Muñoz rompa semejante paradigma y asuma esta responsabilidad con entereza y sin politiquería, como parte de su Plan de Desarrollo. ¿Será posible tal sueño?

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