APRESUREMONOS A LLEGAR AL RIO POR JAMES FONSECA MORALES

http://www.latarde.com/opinion/columnistas/james-fonseca-morales/160676-apresuremonos-a-llegar-al-rio

Dice la Ley orgánica del Plan de Desarrollo que una vez elegido el Alcalde o Gobernador, todas las dependencias de la administración territorial y, en particular, las autoridades y organismos de planeación, les prestarán a los candidatos electos y a las personas que éstos designen para el efecto, todo el apoyo administrativo, técnico y de información que sea necesario para la elaboración del Plan.

También dispone que dentro de los 2 meses siguientes a su posesión, los nuevos gobernantes deberán presentar el Plan de Desarrollo, consolidado, a los respectivos Consejos Territoriales de Planeación.

Esos 2 meses son un plazo escaso para la elaboración de un Plan que será el único cauce posible para la gestión administrativa y el gasto público del gobierno que se inicia. Por esa razón no hay otra ocasión para incluir soluciones, planes y proyectos, que el tiempo que media entre el recibo de las credenciales de los mandatarios y el último día de febrero del año de su posesión.

Es entonces oportuno pasar revista a las necesidades de la región y generar debates sobre sus soluciones, como insumo para quienes deban elaborar los planes de desarrollo municipales y el departamental.

Sobre las necesidades inmediatas debe haber un relativo consenso entre la comunidad y los funcionarios recién elegidos, puesto que sus campañas electorales se fundamentaron, en buena parte, en los enfoques y estrategias para superarlos.

No ocurre lo mismo con las dificultades de mediano plazo, que no suelen hacer parte de las propuestas de campaña. Sin embargo, existen también, aunque parezca un contrasentido, necesidades urgentes de mediano plazo.

Una de ellas es la planeación regionalizada, descrita por la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, que obliga a distintas formas de asociación de municipios y departamentos para la presentación y ejecución de nuevos proyectos, que pueden ser de desarrollo común. Ya no habrá proyectos individuales con fondos de la Nación.

Pereira debería pensar en aprovechar las ventajas que puede haber junto al río Cauca y planificar unos sub centros en “Puerto Caldas” y “Caimalito” o uno solo entre los dos corregimientos, antes de que, como ha ocurrido siempre, sus planificadores deban enfrentarse a hechos cumplidos, como podría ser la expansión de Caimalito, presionada por la Zona Franca.

Pero, además, debería aprovechar ese río como canal de integración con los demás municipios ribereños, incluido Cali, para generar un proyecto regional tendiente a recuperar la navegación por el Cauca.

Colombia, necesariamente tendrá que hacer navegables sus ríos como un punto de competitividad y cuando ocurra, nuestra Área Metropolitana deberá estar en el juego.