lunes, 9 de noviembre de 2015

OTRA MIRADA A LAS ELECCIONES POR ERNESTO ZULUAGA

http://www.latarde.com/opinion/columnistas/ernesto-zuluaga-ramirez/160446-otra-mirada-a-las-elecciones

Solemos concentrar nuestra mirada, nuestros análisis y especulaciones en los grandes ganadores y perdedores de las elecciones y pocas veces nos percatamos de otros resultados indirectos o menos visibles que también dejan huella y hacen parte del acerbo político y social de nuestra comarca.

A la gobernación de Risaralda aspiró una valiente mujer que a pesar de no ganar obtuvo un resultado decoroso para alguien que luchó sin maquinarias y contra ellas. Luz Yasmid López no solo engalanó la contienda: fue aguerrida rival que, con un discurso asertivo y coherente, desvistió las falencias y contradicciones de sus contrincantes hasta hacerse franca ganadora en los diferentes debates que se realizaron. Administradora pública con maestría en desarrollo regional, dio cátedra de conocimientos. ¿Porqué siempre lo mismo?, fue el interrogante que le ofreció a un escéptico electorado que se mueve al vaivén de la “mermelada”. Brillante sin duda su participación.

A la alcaldía de Pereira aspiró un joven taxista cuyo muy pobre resultado electoral descubrió un vacío del sistema: cualquiera puede aspirar, incluso sin preparación alguna. Arenas deslució los debates y malgastó el tiempo que debía servir para que el elector seleccionara otra mejor opción. Muy gris su presencia en la contienda.

“Voltearse” fue un muy mal negocio. Primero lo hizo Yesid Rozo, quien cedió su curul liberal y se fue a buscar gabinete en las toldas de Israel, con pretensiones de ser el siguiente alcalde. Luego fue Álvaro Escobar, quien, sin renunciar al Concejo ni a su aspiración de repetir, desobedeció al conservatismo y prefirió quedarse con la maquinaria, su burocracia y sus contratos. Del mismo seno partió Álvaro Arias para fungir de gerente de la campaña de Israel. Después fue Juan Manuel Arango, quien renunció a su partido para quedarse increíblemente con su visceral archienemigo de las anteriores elecciones. Vinieron Adolfo Arturo Carvajal y Julio Berto Franco, concejales liberales en ejercicio, quienes renunciaron al candidato de su partido en una artimaña desvergonzada para apostarle al ex alcalde. Alto precio pagaron todos ellos por su aventura: sufrieron una aplastante derrota que quizás los margine por siempre de la política.

El reeleccionismo también fracasó. Pero creo que la causa fue el desgaste de algunos y las pobres estrategias de otros. Repetir seguirá siendo una opción.

El gran perdedor fue Soto; el gran ganador, Merheg. El primero se quedó sin nada y el segundo con todo. El poder cambia de manos. El tiempo nos dirá si valió la pena. ¿Usted qué cree?

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